Murmuran las olas constantemente y sin descanso que el mar es nuestro lecho y ellas nuestras sabanas.
Que nos bañamos de amor sucumbiendo a nuestros deseos perdiéndose nuestros fluidos y convirtiéndose en océano.
Que sigan murmurando su sonido es arrullo al sentimiento sus movimientos prenden los sentidos encendiendo nuestros sedientos cuerpos.
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